Como
Centro de Padres y Apoderados, queremos manifestar nuestra profunda
admiración por todas las madres que componen nuestra comunidad:
por aquellas que desde que amanece el día y hasta que se acaba, viven en
función de sus hijos; por todas las que desde su lugar de trabajo están
siempre conectadas; por todas las madres que nos dan su amor sin cuestionar ni
esperar nada a cambio.
La alegría
de una mamá ante la mirada de sus amados hijos e hijas, se asemeja a
la alegría vivida en una fiesta donde contemplamos
cómo resuena nuestro corazón ante el gozo compartido. Esta misma alegría
permanente es la que desde el servicio materno nos lleva a comprender el
mensaje que María, nuestra Buena Madre, en las bodas de Caná, nos impulsa a
descubrir en cada acción y en todos los momentos de nuestro día.
Que nuestras acciones cotidianas nos
infundan la energía de hacer lo que Jesús nos dice, llevando su mensaje y
testimonio fraterno en nuestra labor como Familia Marista, haciendo de los
gestos maternos una escuela de valores y una gran apertura hacia el mundo que
estamos llamados a:
Amar y servir, soñar; animar y sostener;
Escuchar y silenciar; anunciar y denunciar;
Acoger y recoger; sembrar y alimentar;
dando a conocer a Jesús y haciéndole
amar… ¡¡FELIZ DÍA MAMÁ!!
